Disculpen la avandonación.
Regresé de un viaje que hice al fondo de mi, del cual parece aun no salgo.
Creo que he tenido un poco de bloqueo por que son tantas las cosas qe siente un hada al dia, que no sabe ni por donde empezar.
Estaba por suvir una historia que le gustó a muchos de mis amigos, es una idea original mia y espero que la disfruten mucho. Tengo tiempo tiempo tratando de compartirles esta algo larguita historia que espero y ruego que no les de pereza leer.
Me vino a la mente este Fragmento un dia de corazon sensiblisimo. Está un poco cursi pero como no, si yo la escribí ;).
Bienvenidos ...
Nos conocimos en la morgue, yo estaba envuelta en una sabana y el cubierto de sangre,
A pesar de todo el aun respiraba pero le costaba mucho trabajo y estaba en agonía. Pude ver cuando lo trajeron, el aun estaba inconciente pero había despertado y abrió los ojos y de repente causándole esto mucho dolor.
Su mirada desesperada se desorbitaba, y yo no podía hacer otra cosa más que observar...
Estaba fría, sentía mi cuerpo muy pesado y no me podía mover como si mi cuerpo fuera un disfraz muy grande y con mucho peso, me sentía pequeña dentro de el.
El quería empezar a arrastrarse y salir de la tétrica y fría habitación donde formábamos parte de la inmensidad de cuerpos que se encontraban ahí, sin ninguna razón, sobre mesa, cubiertos con sabanas. El clima estaba congelado y todos teníamos una etiqueta colgando con nuestros datos o alguna dirección.
Oí su respiración, oía como desesperaba cada vez mas, lo oía gemir, el tenia un horrible dolor y yo no soportaba la impotencia. ¿Qué podía hacer? no podía ayudarme ni a mi misma y aun que me importaba más el, no podía hacer nada. En eso lo oí hablar en voz muy, muy bajita y con mucho dolor:
-no...Nooo...! no dejen que muera aquí...no me dejen...donde estoy... por que nadie me ayuda? tengo mucho que vivir... por favor...- su voz se apagaba pero su desesperación aumentaba y aumentaba- no me dejen...me hace falta mucho por conocer...por favor...- en ese momento la desperación se volvió tristeza, tristeza como para matar incluso el recuerdo de algún muerto- no he conocido el amor...- dijo rindiendo su voz que se apago como una vela.
Sus palabras me hicieron sentir a pesar de estar muerta y fría, sentí un solo latido muy fuerte, algo que quizá pudo devolverme el color; Entonces moví un poco la sabana que me cubría para poder verlo, estaba tendido en una mesa como en la que me encontraba yo, se encontraba a mi lado pero su sabana solo le cubría hasta las costillas y estaba cubierto de sangre. Volteo a verme y se quedo fijo a mi, sentí miedo, sentí ganas de gritar, sentí pánico y de una extraña y alternativa manera sentí amor.
Sus ojos eran tan brillantes, desesperados, estaban perturbados y yo solo quería abrazarlo, no quería que el sintiera dolor.
Estire mi brazo, no se como lo hice pero estire mi brazo y tome su mano y en ese preciso instante sus ojos se serenaron y quiso alarme para acercarme a el.
-¿tu, qué haces aquí? ¿Quién eres? ¿Por qué no huyes?- me dijo con asombro
Solo negué triste mente con la cabeza y la última lágrima que quedaba en mi se escapo de mis ojos.
-ah no...! No llores... ¿estas bien?...estas fría...- su semblante cambió, se dio cuenta de que yo estaba muerta- estas pálida... tus ojos se ven...se ven...-suspiró, perdió energía y cerro por un momento los ojos. Pensé que moriría y que dejaría de hablar conmigo,
Sentí el terrible presentimiento de que iba a volver a estar sola. Ningun cadáver podía moverse y a pesar de que me acostumbré, aun me aterraba la idea de estar consiente y sola en ese cuarto tan gris, tan lleno de sangre. Me moví desesperada e intente despertarlo pero el no estaba dormido, solo abrió los ojos y se volvió hacia mi.
-No temas...-dijo con calma.- yo voy a cuidarte...pero no creo que nos quede mucho tiempo...-
¡¿Como?!- pensé- Pero yo ya estoy muerta...!! No quiero quedarme aquí...!! ¿por qué no me fui?, ¿por qué no me fui como todos los demás?...el amor... el amor fue lo que me falto...es por eso que no me he ido?
Voltee a verlo.
Seguía tan sereno, se apagaba...poco a poco
Apretó mi mano muy fuerte y acerco su boca a mí y me susurró:
-creo que ya se ah acabado mi estancia aquí...me iré...no quiero irme solo... tus ojos son muy lindos... es como si ya te hubiera visto antes...-
Quería gritarle, quería decirle lo que sentía, que sentía que el era lo que me faltaba, no lo conocía pero sus ojos me dijeron algo y aun que suene enfermo, verlo en agonía me conmovió y me izo desesperar mas.
Sus labios seguían cerca de mi y yo solo oía su respiración que se apagaba con cada segundo que pasaba.
Sentía! estaba muerta pero sentía! sentía mariposas fúnebres en mi ya putrefacto vientre.
Voltee mi rostro y mis labios se acercaron a los suyos y el al verme tan de cerca abrió un poco mas los ojos y sentí como su corazón latía muy cansado y cada vez con menos energía.
Cerré mis ojos y con mis manos cerré los suyos, me acerque un poco más. Mis labios fríos congelaron un poco más sus labios tan morados y a pesar de estar tan sin aliento, había besado y había sentido que estaba tan viva pero tan inmóvil.
Mis ojos no se abrieron, sentí un pequeño descanso...
El con tanta tristeza y confundido me abrazó y acerco mi cuerpo a sus brazos, se aferro a mi cadáver como yo me aferraba a no morir sin antes saber que era eso que me acercaba a el, esa necesidad de sentir que el estaba vivo y que yo con el también.
Y entonces me quede dormida, o almenos así se sentía al principio.
Y cuando puse mi mano en su pecho el también se había quedado inmóvil y sin aliento.
-Que triste es haberte conocido hasta ahora- dijo con una voz gris...-no me arrepiento.pero añoraba encontrarte hace tiempo...-
Mariposas? como podía sentirlas? estaba muerta?
Seguro el no sentía mucho, empezó a ponerse frió y yo empecé a tener miedo.
Levante mi mirada e intente moverme de golpe, me desesperaba la idea de quedarme sola.
-no! no...No te muevas...no quieres irte conmigo? quédate aquí...y si me voy primero...solo espera...-
No entendía, y el tampoco entendía mi miedo a estar sola y fría por un largo tiempo otra vez.
-Temes ¿verdad?...no tengas miedo...- ya no podía escucharlo bien...su voz era tan delgada y débil...negué con la cabeza desesperada.
-no?...vamos...-izo un largo espacio...-comparte la eternidad conmigo...-dijo.
Frases tan bellas, ¿como podía haberlo perdido? temía su muerte más que la mía.
Su mirada estaba tan radiante a pesar de sus pupilas dilatadas. Lloré y con mis lágrimas mis ojos se fueron cerrando, poco a poco pude ver como el instantáneamente se quedo inconciente.
Al final. Mi mundo se hizo sombras.
Habíamos muerto.
A la mañana siguiente. Encontraron 2 cuerpos tendidos. Aferrados uno al otro
Tan fríos y rígidos. El cuerpo de un joven al cual dieron por muerto. Si no lo hubieran confundido hubiera sobrevivido. ¿Realmente hubiera valido la pena sobrevivir?, lagrimas y sangre era lo que los cobijaba.
Y cuando quisieron separarnos encontraron nuestras manos entrelazadas.
El amor no murió.
Aquí donde estamos nuestras almas se encuentran juntas y enamoradas.
Realmente hubiera valido la pena no haber muerto?
¿Ahora que nuestro amor es eterno?
Me siento tan extraña.
