“Para de llorar”-Dijo el solitario hongo al hada.

domingo, 14 de junio de 2009


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Llorar bajo la luz de la luna no es precisamente lo mas romántico que puede suceder. Cuando la luna era mi amuleto quizás me dejaba llevar por las películas en las que el astro blanquecino de culto era el mensajero mas certero para el amor. Pero cuando lloras desconsolada por que sabes que ni la diosa blanca del cielo va a hacerte el favor de llevarse ala persona de tu vida del lugar donde no debería estar es la cosa mas extraña e incomoda que se puede sentir.

Me senté a mitad de la noche en mi cama a darme cuenta de que quizás si se puede estar bastante solo y desconsolado al mismo tiempo y en horas no adecuadas para llamar a nadie ni gritar nada.

 

Había oído de retenerse y reprimirse pero algo así es para explotar.

 

“Todas las estrellas de tu cielo tienen una razón, unas mas grandes que otras, y mira bien por que quizás le das demasiado crédito a la equivocada.”

Es nostalgia o es tristeza?

viernes, 5 de junio de 2009

The_Sun_and_The_Moon_by_joied6Ya extrañarte es demasiado difícil, estar sentada aquí y allá.

El mundo es un lugar pequeño y el amor una cosa muy grande. No si sientas lo que yo pero alejarme es ya muy difícil y extrañarte antes de dormir parece una tontería pero tu juro me quita el sueño.

“La luna no necesita hablar, ella da todo de sí… todo lo que ella es y con eso basta y a veces da de mas”

Por donde vuela un hada…

martes, 2 de junio de 2009

He caminado hoy un poco mas de la cuenta con un pedazo del corazón arrastrando en el suelo ardiente que perfora la frescura al simple tacto.

Quien abraza sin saber por que demuestra la ternura de necesitar cariño, quien te mira sin desanclar los ojos de los tuyos sin escurrir palabra en el fondo grita su profunda manera de percibir a las personas y al mundo.

La serenidad de un bosque templado, las gotas de rocío en las hojas verdes, escurriendo en la punta de los tallos, hidratando los nostálgicos hongos silvestres.

El la coraza del árbol, en las grietas de los troncos que dibujan la sonrisa de haber sobrevivido a la urbanidad.

Cuantas veces no se quiere súbitamente como una flecha  enorme que al entrar no duele pero dentro sangra.

“Por algo pasan las cosas, y ya me doy cuenta”