Si supieras las cosas que decía cuando no estabas, las cosas que pensaba de nosotros dos. Me enternecia al recordar tu rostro y aun que estuviera donde estuviera y con quien estuviera me robaba una risita.
En mi mente ideaba chistes pseudointelectuales de esos que solo tu entiendes y recreaba lo que huvieras hecho si te los huviera contado.
Me gustaba imaginar mi departamento y tu sentado en mi sillón.
Nuestra coleccion de historietas y figurillas tu y yo sentados ahi riendonos de chistes de procedencia antinatural.
Extraño los juegos de palabras. Nadie se rie y las palabras tontas a nadie se le ollen tan perfectas como a ti.
Lo peor de todo lo que estraño de tu boca de gato y tus ojos gigantes es que eres un idiota. Un idiota por pensar millones de cosas y comportarte absurdamente. Por ser adorable y por dejarme pensar que si vas a estar al telefono cuando te llame.
Las ojas en otoño se caen. Mis ojos en recuerdos se marchitan y se secan.
Ojala tú y tu caricaturesco ser caminen tranquilos por un sendero sin mareas en un baso de agua como las que me dedico a hacer.
Que camines tranquilo y que algun dia halla una estrella que te deje ser en tu serenidad.

Yo camino tranquila a pasos grises en una ciudad que nunca existio. Tambien te cuido por si los recuerdos vuelven, tambien te miro por si no estas hoy.

Voy a guardarte aqui, aqui en el pecho que hacias reir y provocaste doler.
Aqui para siempre.